Inicios, exploración y transición pictórica
Desde que acaba la licenciatura en Bellas Artes hasta finales de 2011 va un periodo en el que compagina profesionalmente el diseño gráfico y la ilustración con la pintura. Los primeros años de este periodo son sobre todo de búsqueda de un lenguaje propio y de asentamiento profesional. Sus obras están marcadas por un expresionismo de cromatismo a veces hiriente y con ciertas reminiscencias del feismo. Es en esos años cuando inicia su serie Autorrertratos inventados con obras como Hombre oxidado, o Ecce Homo, de un estilo marcado por la tristeza y la melancolía. Esta serie que mantiene en el tiempo hasta la actualidad, es un certero testigo de su evolución profesional. Es en ese momento cuando vuelve a usar el temple y los pigmentos como en la obra Ciudades, que se expone en la galería Alba en Ferrara, Italia.
A medida que va madurando como artista explora otras técnicas y motivos para sus obras. Empieza a usar el spray como acompañamiento pero va tomando protagonismo hasta convertirse en la técnica principal. En esa línea están piezas como San Pablo Ermitaño o Estamos de vuelta y somos legión, que suponen el paso previo a los años siguientes en los que el uso del spray se convierte en la técnica exclusiva y la ironía aparece como fondo intelectual de su trabajo.